Esto puede dificultar la extradición de los delincuentes, ya que el país donde se encuentra el delincuente no está obligado legalmente a entregarlo al país que lo busca.
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Desde el año 1984, este país cuenta con un acuerdo de extradición vigente con España, pero no es el único en la región.
Si una persona huye a un país sin convenio de extradición con España, será difícil o incluso imposible llevarla ante la justicia española.
Rusia: Aunque España ha solicitado la extradición de varios ciudadanos rusos en el pasado, no existe un acuerdo formal entre ambos países.
2. China: Tiene una política de no extradición hacia otros países, lo cual dificulta la entrega de fugitivos.
Un ejemplo de un proceso de extradición alternativo es el caso del empresario argentino Gastón Duzac, quien fue entregado temporalmente por Ecuador a Argentina para enfrentar cargos de estafa.
Si bien la negociación y firma de acuerdos de extradición puede llevar tiempo, es importante promover activamente la celebración de estos acuerdos con los países con los que España no tiene actualmente un acuerdo.
Sin embargo, si dicha persona regresa al territorio español o a un país con acuerdo de extradición check here vigente, podrá ser entregada a las autoridades.
Dentro de la Unión Europea, se ha establecido un procedimiento de cooperación entre autoridades judiciales que reemplaza el complejo y lento proceso de extradición. Este método es conocido como la Orden Europea de Detención y Entrega (OEDE) y agiliza notablemente el proceso.
Impide que las personas acusadas huyan para que puedan ser procesadas. Entienden que pueden ser devueltas al país y ser juzgadas respectivamente.
La teoría general del delito nos explica los elementos necesarios para que una conducta sea considerada como delito. Es fundamental en el ámbito jurídico.
Los países sin tratados de extradición pueden negarse a extraditar individuos. Esto supone desafíos para la aplicación de la ley internacional.
La extradición pasiva, también conocida como extradición por entrega, es una opción cuando no existe un tratado de extradición entre dos países. En este caso, se requiere la cooperación y disposición del país en el que se encuentra el fugitivo para entregarlo a las autoridades españolas.